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Logrando las insignias FAI: una conversación en Fuentemilanos
Logrando las insignias FAI: una conversación en Fuentemilanos
En el grupo de WhatsApp del club de vuelo de Fuentemilanos, surgieron algunas dudas acerca del proceso para obtener las insignias de la FAI. Para muchos pilotos, estas insignias representan un hito importante en su progreso como volovelistas, y ¿qué mejor manera de comenzar a explorarlo que a través de las preguntas y experiencias compartidas por nuestros compañeros de vuelo?
Declarar la tarea y el observador oficial
Enrique abrió la conversación preguntando acerca de los requisitos para registrar un vuelo y optar a una insignia de la FAI:
Si quisiera registrar un vuelo para alguna de las insignias FAI, ¿qué debería hacer? ¿A quién se le entrega el registro?
Oscar rápidamente aclaró el proceso para la obtención de cualquiera de las insignias: estar federado, tener un observador oficial, rellenar y firmar un formulario, y pagar las tasas correspondientes. Para algunos requisitos, como la permanencia en el aire, basta con un cronómetro, mientras que para otros es imprescindible contar con el fichero IGC, un archivo que registra todos los datos del vuelo.
En Fuentemilanos, los observadores oficiales disponibles son Miguel, Iñaki y Pedro.
El desafío de las insignias: plata, oro y algo más
Para obtener la Insignia C de Plata, de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI), un piloto de planeador debe cumplir con varios requisitos técnicos.
- El primero de ellos es realizar un vuelo en línea recta de al menos 50 kilómetros, demostrando así la capacidad de planificación y resistencia para completar un trayecto significativo.
- Otro requisito fundamental es completar un vuelo con una duración mínima de 5 horas. Este objetivo pone a prueba la perseverancia del piloto y su habilidad para mantenerse en el aire durante largos periodos, gestionando correctamente las condiciones de vuelo.
- Finalmente, el piloto debe lograr una ganancia de altura de al menos 1.000 metros durante el vuelo. Esta meta evidencia la capacidad del piloto para encontrar y aprovechar las corrientes ascendentes, un aspecto crucial para el vuelo sin motor.
Es importante que el piloto esté solo en el planeador y que un observador oficial certifique el cumplimiento de estos requisitos.
Oscar motivó a todos los interesados a perseguir estas insignias, argumentando que son una manera estructurada de ganar experiencia y desarrollar habilidades:
Es un reto interesante cuando se empieza a volar, algo que deberíamos intentar al inicio de nuestra trayectoria como pilotos.
Muchos compañeros estuvieron de acuerdo en que el proceso de perseguir estas insignias le da más sentido al vuelo que simplemente volar por volar.
Licencia FAI y estar federado
Durante la conversación se abordó la necesidad de estar federado y contar, también, con una licencia FAI. Hubo ciertas discrepancias, pero Miguel zanjó el asunto:
No, no hace falta licencia FAI en España; no sé cómo será en otros países. Cada NAC (federación) de cada país tiene sus propias normas. Como dice JAB, es necesaria una licencia “única” de la RFAE y, al solicitar la apertura del expediente, se debe pagar una tasa de 15 €.
Las licencias federativas solo se pueden solicitar a la federación de la comunidad autónoma donde esté registrado el club al que perteneces, y únicamente a través del club. Nadie, a nivel individual, puede solicitar una licencia federativa. Estas deben ser gestionadas a través de un club federado.
Jose Antonio Blanco compartió información sobre la reglamentación de las insignias FAI, subrayando que la mayoría de los errores suelen ocurrir al no declarar correctamente la tarea antes del vuelo. En este PDF 📑 , en la página 11, se detallan aspectos como la importancia de la correcta planificación del vuelo, la presentación del fichero IGC, y el cumplimiento de las altitudes y distancias establecidas. También es importante recordar que, para el vuelo de 5 horas, el cronómetro se pone en marcha en el momento de la suelta del remolcador. Muchas insignias se han perdido por no haber tenido esto en cuenta.
Acompañamiento y mentores en el proceso
Otro tema que destacó en la conversación fue la importancia del acompañamiento de pilotos experimentados. Jose Antonio Blanco hizo énfasis en la figura del mentor:
Un equilibrio entre volar solo y acompañado es la medida justa.
Aprender de otros pilotos no solo acelera el proceso de aprendizaje, sino que también lo hace mucho más seguro y divertido.
Oscar, por su parte, defendió la importancia de aprender a tomar decisiones en solitario, como, por ejemplo, elegir el momento adecuado para regresar al aeródromo en función de las condiciones climáticas cambiantes. Explicó que, si bien el acompañamiento es crucial, también es importante experimentar esa soledad en cabina, sin depender de nadie más para la toma de decisiones. Esto es, sin duda, parte del reto personal que conlleva ser un piloto de velero.
Motivación para salir del gallinero
Hubo un concepto recurrente durante la conversación: “salir del gallinero”. Este término se utilizó para describir el momento en que un piloto se atreve a dejar el entorno seguro del aeródromo y se aventura a realizar vuelos de mayor distancia, superando la sensación de seguridad inicial y enfrentándose a retos más exigentes. Todos coincidieron en que ese paso puede ser difícil y que un “empujón” a veces es necesario.
Jose Antonio Blanco concluyó muy acertadamente:
Tenemos una obligación moral de devolver a los que vienen detrás lo que nos dieron los anteriores.
En el club Fuentemilanos, el espíritu de colaboración y apoyo entre pilotos es evidente, y queda claro que el crecimiento individual también está estrechamente ligado al avance colectivo.
Algunos vídeos de interés
Gentileza de Enrique:
El Consejo de los expertos
Miguel nos da unos consejos muy a tener en cuenta:
- La primera prueba que hay que hacer es la de las 5 horas. Sin ella, no se puede iniciar el expediente. Y sí, es un tostón de prueba, quizás la más compleja desde el punto de vista psicológico, y precisamente ese es su objetivo: comprobar la capacidad de aguante del deportista. No es nada fácil alcanzarla en el primer intento, y hemos sido muchos los que, faltándonos pocos minutos, nos hemos hundido y fracasado con, digamos, 4 h 50 m o 4 h 56 m.
- El tiempo se mide desde la suelta del velero de la remolcadora hasta el aterrizaje. Tomamos, por defecto, 10 minutos de tiempo de remolque, salvo que en el archivo IGC se pueda determinar sin ambigüedad ese momento, cosa bastante difícil de comprobar por el Observador Oficial.
- La predisposición psicológica previa a la prueba es fundamental. Hay que entrenar el cerebro y el cuerpo los días previos. No os presentéis un día cualquiera a volar y decidáis ese mismo día que vais a hacer la prueba, porque si fracasáis, os frustraréis. Si se prepara con ayuda de un Observador, un deportista que ya la haya alcanzado y un instructor, con espíritu deportivo, incluso si no se alcanza ese día, habréis disfrutado de un buen día de vuelo, habréis aprendido de los errores y estaréis “picados” para el siguiente intento.
Os animamos a todos a practicar esta prueba y alcanzar la medalla C de Plata. Es una frontera que cambia la percepción de este deporte. ¡Vamos!
Conclusión: la aventura continúa
El camino hacia las insignias FAI no es solo una cuestión de habilidad técnica o de cumplimiento de ciertos requisitos. Es un viaje que requiere motivación personal, apoyo del grupo y la voluntad de aprender de los demás. Ya sea a través de la obtención de una licencia, el acompañamiento de un mentor, o el simple hecho de atrevernos a salir del gallinero, cada paso en este proceso es un hito importante.
En Fuentemilanos, la comunidad está lista para apoyar a los pilotos noveles, empujándolos a alcanzar nuevos horizontes. Por ejemplo, se organizan sesiones de formación; charlas periódicas para planificar tareas y resolver dudas específicas. Así que si estás pensando en ir a por tu C de plata o simplemente quieres dar un nuevo significado a tus vuelos, ¡adelante! Tienes toda una comunidad dispuesta a ayudarte a conseguirlo.